jueves, 14 de junio de 2012

MANUAL PRÁCTICO DE ECONOMÍA POLÍTICA

Manual Práctico de Economía Política

El siguiente trabajo no es mas que un análisis general de esta obra de Juan Bautista Say. En esta primera publicación, se toma en cuenta del Capítulo I al XIV. En otra próxima publicación, se analizarán el resto de los capítulos.




- Capítulo I. De la formación de las riquezas y de lo que constituye su valor 


La Economía Política enseña: modo de producción, distribución y consumo de las riquezas de la sociedad, entendiendo esta como bienes que s epueden gozar, y de las cuales s etiene un valor reconocido. Los valores de los diferentes elementos que se poseen, en su conjunto forman la riqueza.

Por otra parte, ricos son los que poseen muchos bienes, mientras que pobres, son los que no. Así es como la cantidad de riqueza se mide de acuerdo al valor de lo que se posee, comparándolo con diferentes cantidades de un mismo objeto que se adquieren por intercambio. 

Como indica el texto, "Para crear riquezas basta con crear valores o aumentar el que ya tienen las cosas que poseemos". Esto, tomando en cuenta el grado de utilidad de los bienes, el cual es variable.


- Capítulo II. De lo que constituye la utilidad, y en qué consiste la producción de las riquezas

"Utilidad" no es mas que  la cualidad que tienen ciertas cosas de poder servirnos de cualquier manera. Hace que las cosas tenga cierto valor e inclina a los hombres a hacer un sacrificio para adquirirla. Lo "útil" es aquello que nos sirve para satisfacer necesidades y deseos.

Esta utilidad de la que estamos hablando, será diferente según los lugares y según las circunstancias, épocas, usos y costumbres. Sin embargo, un problema que se presenta es que el valor no es siempre proporcionado a la utilidad de las cosas, pero sí lo es a la utilidad que se les ha dado. Por otra parte, hay cosas que no son capaces de satisfacer necesidad alguna, y sin embargo tienen valor, contienen una utilidad indirecta.

Por último, como indica el texto, las cosas a las que se ha dado cierto valor, toman un nombre particular. Cuando las consideramos respecto a la posibilidad que confieren dueños de adquirir en cambio otras cosas, se llaman valores; y cuando las miramos respecto a la suma de necesidades que pueden satisfacer, se llaman productos. Por lo tanto, "producir" es lo mismo que dar valor a las cosas dándoles utilidad, y la acción de que resulta un producto, se llama producción.



- Capítulo III. De la Industria

Para dar utilidad a las cosas, se requiere de modos de producción, los cuales se encuentran divididos en tres clases: 

- Industria rural o agricultura: La producción se consigue recogiendo u ocupando las cosas que la naturaleza crea por si misma, no añadiendo nada a los productos de la misma naturaleza, o dirigiendo y favoreciendo a la naturaleza con el cultivo de las tierras y con las semillas.

-  Industria de transformación: Se da a los productos de cualquier industria un valor mayor por las nuevas formas que se les añaden o por las transformaciones que se les hace experimentar. 

- Industria comercial: Se manifiesta comprando un producto en el lugar en que tiene menos valor y transportándolo a otro en que lo tiene mayor.  El comercio produce utilidad, no alterando en nada ni el fondo ni la forma de un producto, y volviéndolo a vender del mismo modo que lo compró. El comerciante compra el producto en un lugar en que no tiene consumo, o al menos en donde su consumo es menos extenso y menos apreciado, para transportarlo a los lugares donde lo tiene mayor, o su producción es menos fácil, menos abundante y más cara. 

En este capítulo se expresa que existe una relación muy estrecha entre los diversos modos de producir, pues todos esos modos consisten en tomar un producto en un estado y convertirlo a otro en que tenga mayor utilidad y valor. En conclusión, de cualquier manera y en cualquier momento que se cree o aumente la utilidad de la cosas, se aumenta su valor, se ejerce una industria y se producen riquezas.


- Capítulo IV. De las operaciones comunes a todas las industrias

"Empresarios de industria", son aquellos hombres que emprenden la formación de un producto cualquiera, el cual debe adquirir los conocimientos más esenciales del arte que quiere ejercer; después debe reunir los medios de ejecución necesarios para crear un producto; y finalmente, debe presidir su ejecución.

Los conocimientos que debe adquirir son los siguientes: naturaleza de las cosas en que ha de obrar y las que debe emplear como instrumentos; y así mismo las leyes naturales de que puede aprovecharse. Por otra parte, las personas que se ocupan en recoger y conservar tantos y varios conocimientos, son los sabios, a quienes consulta diariamente por conducto de sus obras, el empresario de industria, quien debe tener presente que sus operaciones están fundadas en conocimientos ordenados y adquiridos por el estudio incesante de las ciencias.

Después de instruido el empresario de industria de la naturaleza de las cosas en que ha de obrar y de los instrumentos que debe emplear, debe calcular los gastos que ocasionará la formación del producto, y comparar su suma con el valor que tendrá después de estar concluido y practicada esta operación no deberá emprender su fabricación, ni continuarla, si la hubiese principiado, si no conoce por un cálculo racional que el valor del producto bastará para reintegrarle en todos los gastos de su producción. Por último dirigir los trabajos de los agentes asalariados, de los comisionistas y de los obreros que le ayudan en la formación de los productos.

Todos aquellos que por su propia cuenta dan un producto ya existente una nueva forma, que aumenta su valor, son empresarios de industria fabril. De aquí se deduce que no sólo es fabricante el que reúne en su taller un gran número de obreros, sino también el que hace de lo suyo. Sin embargo, para ser empresario no se necesita ser dueño o propietario de la materia en que se trabaja. Un mismo hombre puede ser a la vez empresario y obrero. 

Por otra parte, todos aquellos que sin transformar los productos los vuelven a vender del mismo modo que lo compraron, pero en un sitio y en un estado que los hacen más accesibles el consumidor, son empresarios de industria comercial, o simplemente comerciantes. De manera que no sólo comercia el negociante que trae mercancías de América o de Asia, sino también el que compra telas y baratijas en un almacén para volverlas a vender en su tienda, en una calle, para venderlas por menor en la inmediata. En el comercio, desempeñan las funciones de obreros, todos aquellos que reciben un salario fijo por su trabajo.

Otro aspecto importante es que "trabajo" es toda acción sostenida, en la cual nos proponemos un fin útil y lucrativo. Y por "industria" entendemos el conjunto de trabajos, entre los cuales hay algunos que son esencialmente intelectuales, y que algunas veces suponen combinaciones muy elevadas y difíciles.

Operaciones que se encuentran en toda especie de industria:

- Las investigaciones del sabio 

- La aplicación de los conocimientos adquiridos a las necesidades de los hombres, comprendiendo la reunión de los medios de ejecución y la dirección de esta misma ejecución que es lo que corresponde a los empresarios de industria. 

Por otra parte, el trabajo de los agentes secundarios como los obreros que venden su tiempo y sus energías, sin interesarse en el resultado de la industria.


- Capítulo V. De la naturaleza y empleo del capital

El empresario de industria, además de su talento y de su trabajo, necesita un capital: suma de valores adquiridos con anticipación para la producción hasta que se obtenga que la venta del producto reintegra al empresario de la anticipación que ha hecho de estos mismos gastos.

La anticipación es un valor que se presta o se consume con la intención de recobrarlo. Si este valor no se restituye o no se reproduce, ya no será un valor anticipado; será un valor perdido en todo o en parte.

Para no dejar ociosa parte alguna de su capital, un empresario nunca debe tener una caja más que la cantidad necesaria pata atender a los gastos corrientes y a las necesidades imprevistas; y si tiene entradas repentinas que le proporcionan más dinero que el que necesita para estas dos cosas, debe emplear el exceso en dar mayor extensión a su industria, aumentando las fábricas en que se trabaja comprando mayor cantidad de primeras materias y asalariando mayor número de obreros y otros agentes.

Como hemos visto con anterioridad, el  capital de una empresa se divide en capital fijo y capital circulante:

- Capital fijo: conjunto de los valores que existen en los edificios y en las máquinas que se emplean en beneficio de la empresa por todo el tiempo que ésta subsiste, y que no pudiera sin pérdida distraerse de ella para invertirlos en otra empresa. Así, el uso y la pérdida de valor que experimentan las máquinas y los edificios, disminuyen siempre el capital fijo; el cual no conserva siempre el mismo valor.

- Capital circulante: formado de los valores que se realizan en dinero y se emplean de nuevo muchas veces durante el curso de una misma empresa. Tales son los valores con que se compran las primeras materias y se pagan los salarios de los obreros. Cada vez que se vende un producto, reintegra esta venta al empresario del valor de las primeras materias y de los diferentes trabajos que se han empleado para su formación.

El empresario de industria sabrá si ha aumentado o disminuido su capital, por el sencillo procedimiento de verificar un inventario, o sea un estado circunstanciado de todo cuanto posee, valorando cada cosa según su precio corriente.

Para finalizar, se señala que el capital de una nación es la suma de todos los capitales empleados en las empresas industriales de esta misma nación. 


- Capítulo VI. De los instrumentos naturales de la industria

Estos instrumentos, son aquellos que la naturaleza suministra gratuitamente al hombre y de los cuales se sirve para crear productos útiles. los instrumentos capitales, son los instrumentos artificiales, es decir, productos creados por la industria del hombre, que no se han concedido gratuitamente.

La tierra que se puede cultivar es el instrumento natural más importante. Así mismo, las aguas de propiedad particular y públicas que dan movimientos a todo género de máquinas, las canteras y las minas de que se sacan mármoles, piedras metales y carbón, pueden considerarse como una especie de almacenes en que la naturaleza ha preparado y puesto como en depósito ciertas riquezas que perfeccionan después la industria y los capitales de sus dueños, acercándolas a los consumidores.

Los instrumentos naturales que tienen dueño, se confunden alguna vez con los valores capitales. En los fondos en tierras, que son un instrumento que debemos a la naturaleza, encontramos con frecuencia edificios y mejoras que son productos de la industria, y por consiguiente, instrumentos artificiales y adquiridos; en las minas hay también pozos, ramales y máquinas para agotar las aguas y perfeccionar los productos; y todas estas mejoras son capitales reunidos a los instrumentos naturales.

Los fondos en tierras no son susceptibles, cual los capitales, de un aumento indefinido; pero éstos, como se componen de valores creados, pueden disiparse y destruirse por el consumo, mientras los otros no pueden ser consumidos. No son otra cosa que unos instrumentos que hacen a la industria los mismos servicios que le prestan los capitales.

Por otro lado, los bienes sitios, por más descuidados que estén, conservarán siempre el mismo número de metros cuadrados, aunque puedan perder con el transcurso del tiempo, todos los valores capitales que se les habían agregado.


- Capítulo VII. De los servicios productivos

Comencemos con esta distinción:  Los hombres que prestan los servicios industriales, se llaman industriales; los que suministran los capitales, se llaman capitalistas; y los que suministran las tierras, propietarios territoriales.

Lo mismo que los industriales, son también productores los capitalistas y los propietarios; pues aunque estos últimos no producen directamente, sí lo hacen de una manera indirecta por medio de instrumentos. Sin ellos careceríamos de ciertos servicios indispensables para la producción. Sin embargo, sucede con mucha frecuencia, que una misma persona suministra a la vez diversas especies de servicios productivos. 

Cuando todos estos servicios se hacen por diferentes personas, el empresario es el que los reúne para que concurran a una misma producción. Y es importante señalar que se consume reproductivamente el servicio de un obrero.

De todo resulta que de la primera de las utilidades producidas no queda nada, cuando por el contrario, de la segunda queda cierto valor, o lo que es lo mismo, cierta porción de riquezas.

Por gastos de producción se entiende el valor de los servicios productivos que ha sido necesario consumir para crear un producto. La compra que de ellos hace el empresario, no es otra cosa que una anticipación de la que le reintegra el valor del producto. 

Por otro lado, la nación no será más rica, si el valor consumido igualase exactamente al producido; pero tampoco será más pobre, aunque los productores se hayan mantenido con este consumo. La razón es que los valores, aunque se consuman al mismo tiempo que se produzcan, no por eso dejan de producirse: antes bien, de estos valores que se producen y consumen sin cesar, subsiste la sociedad.

Al reunir el empresario los diversos servicios productivos y dirigir su inversión con el objeto de hacer algo, ejecutó por sí mismo cierto trabajo que tiene su valor; anticipó este valor al mismo tiempo que anticipaba todos los demás servicios productivos, y esta anticipación constituye una parte de los gastos de producción de ese algo. 

Por lo tanto, la producción es una especie de cambio en que se dan los servicios productivos, o su valor, si se compran, para conseguir en retorno los productos; es decir, lo que sirve para la satisfacción de nuestras necesidades y placeres.

Nuestros fondos productivos son: nuestras facultades industriales de que dimanan los servicios de la industria, o bien nuestros capitales de que provienen las anticipaciones necesarias para la producción; o en fin, los instrumentos naturales erigidos en propiedades (con especialidad los fondos en tierras) de que dimanan los servicios territoriales.
Estos fondos, los debemos a la naturaleza que nos los ha dado gratuitamente, como son: las tierras susceptibles de cultivo, la fuerza del cuerpo y la inteligencia; y otros, como los capitales, los debemos a la industria auxiliada de sus instrumentos.  


- Capítulo VIII. De la formación de los capitales

Los capitales se forman por medio de los ahorros o de la economía. Ahorro es el valor que hemos economizado de esta manera, y con estos ahorros sucesivos de formar y aumentan los capitales. El ahorro puede aumentar el capital porque una ganancia es un nuevo valor independiente de las tierras y demás capitales que ya teníamos con anterioridad. Y cuando este nuevo valor se halla empleado en anticipaciones, componen un fondo permanente que dura mientras no se disipa, y hasta tanto que se invierta en consumos reproductivos; y esto constituye una nueva porción de capital.

Los capitales pueden destruirse empleándolos en consumos improductivos, en vez de consagrarlos a anticipaciones que reintegren después los productos. Las cantidades ahorradas no perjudican a los productores, con tal que se empleen productivamente, porque un gasto productivo, aunque debe considerarse como una anticipación, lleva consigo la demanda de otro producto. El ahorro puede cambiar la naturaleza de las demandas; pero no disminuir su cantidad.

Los que no tienen alguna empresa industrial, pueden comparar lo que han recibido con lo que han gastado, y si han consumido menos que recibieron, es claro que han aumentado el capital en la diferencia. Los que tienen empresa industrial deben hacer un inventario con toda exactitud de los valores que poseen en la actualidad, comparándolo con otro igual de los años anteriores.

La razón de la necesidad del inventario es que el capital de todo empresario se compone de diferentes cosas, que forman parte, ya de sus provisiones, ya de sus productos; y todas ellas debe evaluarlas al curso del día, si quiere conocer sus intereses con la debida exactitud. La mayor parte del capital de un empresario varía de forma en el espacio de un año , y así mismo las provisiones y mercancías que poseía son un valor que se ha consumido reproductivamente, de lo que se infiere que solo comparando este valor con el que resulte por inventario, se puede saber si el capital ha aumentado o disminuido.

-Capítulo IX. De los productos inmateriales

Comenzando con el concepto "producto inmaterial", se dice que es una utilidad producida que a pesar de no estar fija en materia alguna, tiene sin embargo un valor y puede servir a la satisfacción de nuestras necesidades. Estos productos sólo duran mientras se producen y deben consumirse necesariamente en el momento mismo en que se han producido.

En las industrias que producen los inmateriales se observan las mismas operaciones que concurren a la creación de los productos materiales. Es evidente la necesidad que tenemos y el uso que hacemos de muchos productos inmateriales.

- Capítulo X. De las causas que hacen prosperar la industria

Decimos que la industria hace progresos en una nación, cuando se ven nuevos productos y estos tengan salida; o bien, cuando se disminuya el precio de los ya conocidos. En ambos casos adquiere el público nuevos goces y aumenta sus ganancias.

Un objeto nuevo cuyo precio no cubriese los gastos de producción, no puede proporcionar una fabricación permanente; ocuparse en él sería lo mismo que arruinarse, sin que resultasen ni nuevos goces ni nuevas ganancias, y esto no merece el nombre de progreso. Cuando se abarata un producto, pueden adquirirlo muchos consumidores que antes tenían que privarse de él. 

Las causas a que deben atribuirse los progresos de la industria, son de dos clases: unas que influyen de un modo general, y son, los adelantos de los conocimientos humanos, las buenas leyes y la buena administración. Otras que influyen más inmediatamente, a saber, la división del trabajo, el mejor uso de los instrumentos de que se sirve la industria, y particularmente los agentes naturales, cuyo auxilio es gratuito.

Es sumamente ventajoso dividir las ocupaciones que son distintas por su naturaleza; y por consiguiente que conviene por ejemplo, al sombrero que el sastre le corte y cosa sus vestidos, y a éste que aquél le haga los sombreros. Por la misma razón debemos creer que se aumenta y perfecciona la industria, cuando son objeto de otras tantas profesiones el comercio por mayor, el de por menor, el marítimo, etcétera

También se pueden reemplazar los instrumentos que son demasiado costosos por otros que nos concede gratuitamente la naturaleza. Es así como el servicio de las máquinas ayuda al perfeccionamiento de la sociedad en general, pues todos los medios que facilitan la producción surten este efecto de un modo extraordinario.

- Capítulo XI. De los cambios y de las salidas

"Cambio": trueque de una cosa que pertenece a cierta persona por otra cosa que pertenece a diferente sujeto.

"Venta":cambio que hacemos de nuestras mercancías por cierta cantidad de moneda

"Compra": cambio que hacemos de nuestra moneda por las mercancías ajenas.

"Precio": cantidad de moneda que se puede obtener de un producto, cuando se quiere vender, o lo que es igual, su valor expresado en moneda.

El fin que nos proponemos cuando cambiamos por moneda nuestras mercancías, es emplear el dinero que recibimos en comprar otra mercancía, por lo tanto, las ventas y compras no son en realidad otra cosa que cambios de productos. 

Los cambios no producen directamente riquezas, porque no aumentan el valor de las cosas, aumentando su utilidad. Lo objetos que son materia de cambio, pasan a diferentes manos, sin tener después de terminarse otro valor que el que antes tenían. 
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Toda mercancía, por el hecho de ser más ofrecida, es decir, en mayor cantidad que las otras, se vende antes y más barata que ellas: la razón es que el mejor despacho de una cosa consiste en la posibilidad en que están los compradores de adquirir más cantidad por el mismo precio. Y por el contrario en el momento que es más demandada, es más cara. Y en efecto, ¿qué es la demanda de un producto, sino la oferta que hacemos de otro producto para adquirir el primero? 

Se comprende que todo producto se venderá con más facilidad y en mayor cantidad, cuanto mayores sean su utilidad y baratura, porque estos son los dos requisitos que le hacen desear más y facilitan su adquisición a mayor número de personas.
La razón de que la actividad en la producción de los demás productos aumenta las salidas de cada uno, es la siguiente: nadie puede comprar un producto de que carece, sino a beneficio de los que produce. 

Todos producimos para todos. Y el comercio que hacemos con el extranjero, extiende nuestros productos y nuestro consumo.

- Capítulo XII. De la moneda

La moneda es un producto de la industria, una mercancía que tiene un valor permutable. Una cantidad determinada de moneda y otra cantidad de cualquier otra mercancía, cuando su valor es enteramente igual, son dos porciones de riqueza iguales entre sí.

La moneda recibe su valor del mismo origen que cualquier otro producto. La necesidad que tenemos de ella, hace que le demos cierto precio y que ofrezcamos para adquirirla cierta cantidad de otro producto. El gobierno manda el nombre de la moneda.

El valor de la moneda puede aumentarse, cuando disminuye su cantidad, o bien cuando llega a aumentarse el número de los cambios, porque entonces se multiplica la necesidad y la demanda del dinero. Cuanto más se multiplican los cambios y más se aumenta su valor, han de exigir con precisión mayor cantidad de moneda.

El número de los cambios se aumenta, cuando se acrecienta la riqueza del país, cuando se crean y consumen más productos, y cuando por lo mismo crece la población. Cuando sube el valor de la moneda, se da menos cantidad en cambio de toda especie de mercancías, o en otros términos, entonces baja el precio de todos los artículos. Y por el contrario, cuando baja el precio de las monedas, se da más cantidad en cada compra, o lo que es lo mismo entonces sube el precio de todas las mercancías.

Para que las porciones de oro, plata y cobre sirvan de monedas, es preciso que reciban el sello o escudo oficial en las fábricas del Estado, que se llaman casas de moneda.

Los gobiernos se reservan el derecho exclusivo de fabricar la moneda, para prevenir los abusos que los particulares pudieran introducir en dicha fabricación, no dando a cada moneda la misma ley y el mismo peso que anunciase el cuño, y también para apropiarse el beneficio que resulta de esta operación, el cual constituye una parte de las rentas del Estado.

El valor recíproco de las monedas de plata y oro varía incesantemente, como el de todas las demás mercancías, según la necesidad que tenemos de una y otra, y según la cantidad que de ellas circula.

- Capítulo XIII. De los signos representativos de la moneda

Se llaman signos representativos de la moneda a ciertos títulos o documentos que no tienen otro valor que el derecho que en su virtud adquiere el portador a recibir la cantidad que expresan. Tales son los pagarés, las letras de cambio, los cheque, etcétera.

Letras de cambio son ciertos mandatos que da el librador y que ha de pagar el aceptante que vive en otra población. Sirven principalmente para evitar los gastos y riesgos que lleva consigo el transporte del dinero,  se pueden comprar y vender. Las letras de cambio valen tanto como la cantidad que expresan, cuando en un población deben pagarse muchos créditos y hay pocos comerciantes que quieran recibirlos; o bien, por el contrario, cuando hay necesidad de remitir a ella muchos valores. Fuera de estos casos ya no valen tanto como la cantidad que expresan. Las letras de cambio contra el extranjero, se pagan en la moneda del país donde reside el aceptante.

Pagarés son unos documentos en los que se hace constar la obligación del que los expide, de pagar cierta cantidad de dinero, a cierto plazo.

Cheques son unos documentos que se acostumbra usar para girar sobre un Banco por la cantidad que se tiene en depósito.

Libranzas son unos documentos de crédito, por medio e los cuales se hace el pago de cierta cantidad en moneda, bien porque se adeuda a la persona que la extiende, cuando ésta tiene crédito con el que la satisface.

Vales son unos documentos de crédito, cuyo valor se satisface a un plazo, o inmediatamente si son a la vista.

Recibos son los documentos que hacen constar las entregas de cantidades de dinero.

Los billetes de Banco no se negocian como las letras de cambio, porque teniendo seguridad de que recibimos todo su valor en el momento que queramos, los recibimos como si fuesen verdadera moneda; y los damos del mismo modo, si aquel a quien los entregamos está en la misma persuasión.

La diferencia que existe entre un documento de cambio y un billete de Banco, es que el primero no puede convertirse en metálico siempre que se quiera, y por el contrario el segundo, queda convertido a la hora que le acomode a su dueño, puesto que se paga al portador en el acto de la presentación.

Las causas que dan valor al papel moneda son varias, pero particularmente, la facultad de pagar con él deudas y sobre todo la falta de otro instrumento de los cambios, porque como este es de absoluta necesidad, es preciso recurrir al que existe, y mucho más en las naciones donde se multiplican las ventas de compras.

Todo Banco bien dirigido no emite billetes sin recibir en cambio otro valor, que generalmente consiste en moneda en barras de metales preciosos, o en documentos de crédito. Este valor sirve al Banco como de prenda.

Las palabras moneda de papel y papel moneda, han introducido alguna confusión en esta parte de la Economía Política, por eso:

Son moneda de papel, los signos de moneda que tienen curso forzoso y garantía ficticia.

Son papel moneda, los signos de moneda que tienen curso voluntario y garantía efectiva.

Existen, pues, entre esos dos signos de la moneda, dos caracteres esencialísimos que sintetizan, diferencian y distinguen perfectamente al uno del otro.

Esos caracteres son:

- El de la circulación, que es obligatoria para la moneda de papel y libre para el papel moneda.
- El de la garantía, que es figurada en la moneda de papel y positiva en el papel moneda.

La moneda de papel supone un valor ficticio o figurado, que circula forzosamente como moneda, y está constituido por las emisiones de láminas o billetes que hacen los gobiernos, así mismo, representa un valor real o positivo, que circula voluntariamente como signo de moneda, y está formado por los efectos de comercio y demás documentos de crédito que emiten los gobiernos, los bancos, las sociedades, los comerciantes o los particulares, con la obligación de reembolso a la vista o en fecha determinada, como son los bonos del Tesoro, los billetes de Banco, las letras de cambio, las libranzas, los pagarés o la warrants.


- Capítulo XVI. De la importación y exportación de mercancías

"Importación de mercancías": operación comercial, que se reduce a comprar un producto cualquiera que sea, en una nación extraña y traerlo a la nuestra.

"Exportación": operación reducida a comprar los productos en nuestro país y remitirlos al extranjero.

El oro es mucho más escaso que la plata, y a pesar de eso, en las naciones donde se sirven de moneda de oro, no se advierte en los negocios dificultad alguna que no se experimente en las naciones que se valen de moneda de plata.

Es imposible, por medio de prohibiciones, hacer entrar en una nación más oro y plata que lo que reclaman sus necesidades, porque en el momento que hay en cualquier parte mayor cantidad de estos metales preciosos que la que exigen sus necesidades, baja su valor respecto del que tienen todas demás mercancías.

Si nuestra nación tiene la cantidad de metales preciosos que reclaman sus necesidades, los negociantes que hiciesen venir mayor cantidad no obtendría en cambio el equivalente a esa cantidad, en los efectos que deban componer sus retornos, y por consiguiente perderían, y ya sabemos que ninguna ley puede compeler el negociante a emprender una operación de comercio que lo ocasiono pérdidas.

De las anteriores consideraciones se infiere que no depende de las leyes, sino únicamente de la influencia del precio, el que el oro y la plata entren o salgan de una nación.

No debemos temer que nuestra nación quede sin numerario con la compra de mercancías extranjeras, porque aun siendo cierto que ninguna nación puede adquirir los productos extranjeros sino con lo que ella misma produce y aun cuando los pague en moneda siempre los adquirirá con los productos de su suelo, de sus capitales y de su industria; porque en efecto, por su medio y con ello adquiere la moneda con que ha de pagar.

"Balanza de comercio" es el estado demostrativo de las importaciones de una nación, comparadas con sus exportaciones. La enseñanza que nos proporcionan dichos estados es la de saber que nos proporcionan dichos estados es la de saber lo que una nación gana en determinado tiempo, en su comercio con el extranjero.  







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