miércoles, 27 de junio de 2012

ESTRUCTURALISMO LATINOAMERICANO

Estructuralismo Latinoamericano




Esta corriente de pensamiento económico presenta una representación objetiva de la realidad de las economías subdesarrolladas, constituyendo el primer gran esfuerzo teórico por interpretar las causas de la situación económica y social en la región latinoamericana y sus perspectivas de transformación dentro de los marcos del propio sistema capitalista. 


El desarrollo hacia dentro, es decir, el proteccionismo, ocupó un lugar relevante en tal esfuerzo, y el principal aporte de la corriente estructuralista radicó en concebir al desarrollo y al subdesarrollo de América Latina, no como una etapa cualquiera, sino como parte de un proceso global y único, además de distinguir que las desigualdades entre el centro y la periferia se producían a través del comercio internacional.


Esta correinte fue liderada por el argentino Raúl Prebisch, junto con otros colaboradores de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).








En cuanto al papel que desarrolla el comercio internacional en el marco del capitalismo actual, el estructuralismo latinoamericano rechaza la noción del “beneficio mutuo” que se deducía de la teoría de David Ricardo de las "ventajas comparativas" y opuso a ésta la "Tesis del deterioro de los términos de intercambio de los productos primarios frente a los productos manufacturados", también llamada  Tesis Prebisch – Singer. Con esta tesis, argumentaron que los países del Centro retenían los frutos de su mayor productividad y que a través del comercio internacional escapaba al exterior una parte del excedente creado en las economías latinoamericanas, creándose restricciones financieras para la acumulación.



Los estructuralistas identificaron la presencia de deformaciones estructurales, a la hora de interpretar las causas del subdesarrollo latinoamericano y creyeron firmemente en la posibilidad de un desarrollo capitalista de las economías latinoamericanas, siempre y cuando se llevase a cabo un proceso consciente de transformaciones en la estructura productiva de esas economías y fuese protegido su mercado interno, ya que de lo contrario continuarían fortaleciéndose las asimetrías de la economía mundial.

Los principales desequilibrios señalados por los estructuralistas latinoamericanos dentro de las sociedades latinoamericanas fueron:

- Endeudamiento externo
- Desempleo elevado y creciente
- Tendencia a la inflación


La idea es que sólo mediante el análisis de la inserción (introducción) estructural de las economías de la región latinoamericana en el sistema económico mundial y desde una perspectiva histórica, era posible comprender el origen de tales desequilibrios.


Para revertir la condición de economías subdesarrolladas, los países latinoamericanos tendrían que enfrentarse a los proyectos de libre comercio propuestos por EE.UU (el Plan Clayton), es decir, rechazarlos, pues esa política comercial significaría el retroceso del pequeño proceso de industrialización que las economías más importantes de la región habían emprendido durante las tres primeras décadas del siglo XX y que había dado lugar a la formación de una insignificante burguesía industrial, interesada en continuar expandiéndose.

Es así como la competencia por los mercados latinoamericanos, terminaría con la inundación de los mercados latinoamericanos con productos manufacturados en EE.UU. Las características históricas y económicas del mercado mundial, expresadas en la baja elasticidad - renta de la demanda internacional de productos primarios, que provocaba la inestabilidad y el carácter erróneo de los ingresos en divisas generados por la exportación de éstos productos, y la emergencia de Estados Unidos como potencia económica mundial con mayor producción de estos bienes y menor apertura de las importaciones, provocando de esta manera el derrumbamiento de las economías latinoamericanas, altamente especializadas en la exportación de los productos primarios.



Precisamente, la tendencia al deterioro de la relación de intercambio de los productos primarios frente a los productos manufacturados, debido a las disparidad de la elasticidad – renta, el poder monopólico en las exportaciones de las manufacturas de los países desarrollados e incluso su influencia en los precios de los productos primarios, la cuota limitada de productos primarios exportados por el llamado Tercer Mundo, las devaluaciones de la moneda en los países subdesarrollados para hacer frente a déficit comerciales, además de conocidos problemas de la periferia como la baja productividad y el desempleo estructural, llevaron a Prebisch y los estructuralistas a la idea de promover un desarrollo basado en  la industrialización por medio del Modelo de sustitución de importaciones (ISI), es decir, a proponer políticas económicas en defensa de la ampliación del mercado interno latinoamericano.


Es así como llegando a 1959, Prebisch propuso una variedad de políticas para contrarrestar la tendencia negativa en los términos de intercambio de la periferia y salvar las limitaciones del proceso de acumulación, sugiriendo un impuesto a las exportaciones primarias y un conjunto de trabas a las importaciones manufactureras, para ayudar a transferir recursos dentro de la periferia, desde las actividades exportadoras primarias hacia las industriales.

Por otra parte, propuso permitir las actividades sindicales en el sector exportador primario para elevar los salarios, así mismo defender los precios de los artículos primarios a través de la acción concertada internacional y presionar por la reducción o eliminación del proteccionismo del Centro. La idea de la integración latinoamericana se adicionó años más tarde a la propuesta de industrialización, por las soluciones que aportaba en el sentido de ampliar los mercados internos de los países inmersos en dicho proceso, además de fortalecer a la región frente a EE.UU.

En conjunto, lo que propone el estructuralismo latinoamericano no es un alto a la expansión de exportaciones de la Periferia, sin embargo busca el impulso a cambiar a estructura de producción y a desarrollar un sector industrial para Latinoamérica a través de la asignación de los recursos productivos adicionales para el sector industrial. Lo que se plantea es un Plan de Desarrollo Capitalista Nacional, desarrollo de un mercado interno para que sirviera de base a una burguesía nacional creciente.

BIBLIOGRAFÍA
http://www.zonaeconomica.com/desarrollo-0

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